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Fallas eléctricas

asfixian al Metro

 

 

La electricidad es para el Metro lo que el oxígeno es para los humanos. Las deficiencias del suministro eléctrico se han agudizado y el subterráneo caraqueño ha perdido la agilidad para moverse. Es como un organismo vivo al que le falta el aire y comienza a sumar paros respiratorios que lo aproximan al colapso y a la muerte.

Entre el 1º de enero y el 18 de diciembre de 2019, el Metro de Caracas reportó a través de su cuenta oficial en Twitter 57 hechos que afectaron total o parcialmente la prestación del servicio. 72% de los casos está vinculado con fallas de energía eléctrica.

En la mencionada red social, la compañía usó las frases  “falla de energía” o “falla eléctrica” como equivalentes de una categoría para describir estos percances, sin ofrecer mayor información sobre su origen. En esa categoría, incluyeron los cortes generales que dejaron a oscuras a distintos estados del país o a todo el territorio nacional en el primer trimestre de 2019.

La tercera parte de los escuetos reportes oficiales (lo que cabe en 280 caracteres) tiene que ver con averías identificadas como “fallas de energía de auxiliares”, lo cual se refiere a interrupciones del suministro que afectan a los equipos esenciales de las estaciones: luces, escaleras mecánicas y dispositivos electrónicos. Este tipo de fallas puede causar la evacuación de las estaciones o su cierre  temporal.

Eventos de este tipo coincidieron con los apagones en algunos sectores de la ciudad capital. Por ejemplo, el 15 de octubre de 2019 hubo un corte de electricidad en la parroquia La Candelaria, lo cual afectó a las dos estaciones ubicadas en la zona: Bellas Artes y Parque Carabobo. 

Una base de datos construida por Efecto Cocuyo, a partir de la información oficial del Metro, indica que en 2019 también falló la energía que necesitan los trenes para movilizarse, la cual se conoce como la energía de tracción. Este tipo de incidentes constituye 10% de los reportes oficiales sobre fallas de energía y pueden afectar desde un solo tramo de la vía hasta toda una línea del sistema.  

El Metro obtiene energía de cuatro subestaciones de la Electricidad de Caracas, propiedad del Estado desde 2007. Sin embargo la corriente que se requiere para mover los trenes debe ser transformada en otras subestaciones que son directamente administradas por la compañía de transporte subterráneo.

El funcionamiento de estas subestaciones eléctricas que administra el Metro (si están enviando energía o no) puede ser monitoreado desde el Centro de Control de Operaciones del Metro, o CCO. Desde esa especie de torre de control, es posible “apagar” o “prender” las subestaciones y desenergizar tramos de la vía férrea de ser necesario; por ejemplo, cuando cae una persona a los rieles.  

Entre 2015 y febrero de 2018, el Metro de Caracas reportó mediante  Twitter “fallas del suministro eléctrico por parte del proveedor”. Sin embargo, ese no ha sido el término utilizado en 2019, por lo que es difícil determinar en qué punto de la cadena ocurren estas fallas y por qué. Además, las solicitudes de entrevista al presidente de la compañía, M/G César Vega, y al ministro de Transporte, Hipólito Abreu, formalizadas por Efecto Cocuyo el 4 de noviembre de 2019 no han sido contestadas.

Cortocircuito en la estación Plaza Venezuela en 2018 Video: MetroComunidad

Empleados del sistema explican que las instalaciones eléctricas del Metro están sujetas a un cronograma de mantenimiento preventivo, correctivo y mayor, el cual no se ha cumplido. La repotenciación de estas subestaciones eléctricas es una de las tareas inconclusas del Contrato de Rehabilitación de la Línea 1, de acuerdo con información de la ONG Familia Metro.

La propia compañía ha reportado hurtos y presuntos actos de sabotaje, que implican robo de cableado o del complejo entramado de equipos eléctricos necesarios para el funcionamiento del subterráneo, lo que ha evidenciado debilidades en la seguridad patrimonial de esta compañía estratégica del Estado venezolano.

El 23 de agosto de 2019, por ejemplo, Metro reportó que “la ultraderecha fascista” había cortado un cable de tracción (aquel que transporta la energía para mover los trenes) entre las estaciones Agua Salud y Propatria, al oeste de Caracas. Calificaron el incidente como “sabotaje” y “hecho terrorista”.

 
Falla en los trenes

Entre los 57 reportes de problemas que afectaron al Metro (reconocidos por la empresa en su cuenta de Twitter), también se registraron 10 trenes con fallas (que no especificaron), tres que se quedaron sin movimiento (sin tracción), un caso de un tren con falla en un vagón y un reporte de fallas en la vía férrea. 

Solo en la primera quincena de diciembre de 2019 hubo acontecimientos de este tipo. El 11 de diciembre la compañía informó que debido a un tren con falla entre las estaciones de Chacaíto y La Hoyada, el servicio se prestaría de manera restringida. Luego, los días 12 y 14 del mismo mes se reportaron dos trenes “sin tracción”, es decir, que no podían moverse en la Línea 3 y la Línea 1 respectivamente.

Estas cifras, sin embargo, representan un subregistro. No solo lo advierten los trabajadores activos y jubilados, sino los propios usuarios del servicio. Hay ocasiones en que denuncian  inconvenientes durante su viaje en el sistema (como haber sido desalojados repentinamente por fallas de un tren), sin que haya pista de estos hechos en el Twitter de la compañía.  

Autogeneración eléctrica

Luego del primer ‘megaapagón’ que afectó al país el 7 de marzo de 2019, el Metro de Caracas fue uno de los servicios públicos que más demoró en restablecerse, aún cuando ya había servicio eléctrico en varios sectores de la capital. 

El 15 de marzo de 2019, el presidente del Metro, M/G César Vega, aseguró a través del canal del Estado, Venezolana de Televisión, que la compañía había iniciado estudios para un proyecto que permitiera “la instalación y puesta en servicio de una planta de generación eléctrica exclusiva para el subterráneo caraqueño”, y que entonces garantizara la prestación del servicio durante contingencias. 

“Estamos haciendo un estudio para tener una autogeneración del Metro de Caracas y no dependamos del SEN [Sistema Eléctrico Nacional], cuando ocurra cualquier eventualidad. Y podamos seguir funcionando y que el Metro de Caracas no se paralice”, informó. 

Casi nueve meses después, el 16 de diciembre, aseguró que ya se habían realizado “todas las evaluaciones” y que en un lapso de seis meses podría ejecutarse la obra, de aprobarse los recursos. Indicó que la instalación de autogeneración eléctrica para el Metro estaría ubicada en un espacio cerca de La Rinconada y “se estaría alimentando por gas”. 

“Esto le va a ahorrar al Sistema Eléctrico Nacional una gran cantidad de energía y, por supuesto, se ve beneficiada lo que es la Capital. Y pudiéramos también, esto que se va a realizar, emplear en el trayecto en cada una de las líneas para atender a los hospitales… todo depende de los recursos financieros”, declaró en esa fecha a VTV.

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